Herman@s, la Mariatón 2011 se convierte en un espacio excelente para que los cristianos vivamos de manera directa y objetiva los valores del Reino, señalo a continuación algunos de esos valores que en estos días podemos potenciar:
- El Amor a Dios y al prójimo: “Amarás al Señor Dios tuyo, con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas y con todo tu ser” (Deut. 6,5). Si amo a Dios, tengo que amar sus obras. El amor conquista todas las cosas; démosle paso al amor. ¡Con el amor renace la esperanza!
- Acción de Gracias y Alabanza: “¡Gracias a Dios por su inefable don!” (2 Cor. 9,15). Radio María es un don de Dios para su pueblo. “Moradores todos de la tierra, canten con júbilo las alabanzas de Dios; sirvan al Señor con alegría. Vengan llenos de alborozo a presentaros ante su acatamiento. Entiendan que el Señor es el único Dios. El nos hizo, y no nosotros. Somos su pueblo y ovejas de su rebaño. Entren por sus puertas cantando alabanzas, vengan a sus atrios entonando himnos, y tribútenle acciones de gracias. Bendigan su Nombre” (Sal. 100,1-4).
- Alegría: “Este es el día que hizo el Señor. Gocémonos y alegrémonos en él” (Sal. 118,24); “El Señor ha hecho cosas grandes por nosotros, por eso estamos alegres” (Sal. 126,3). La única manera de multiplicar la felicidad es compartirla. La felicidad, es a veces una bendición, pero por lo general es una conquista.
- Bondad y Solidaridad: “Que cada uno descubra en el ejemplo de los demás nuevos motivos de amar y hacer el bien” (Hebr. 10,24). La solidaridad es la ternura de los pueblos. Solidaridad es sentirse uno con los demás: “Todos para uno y uno para todos”
- Comunión y Fraternidad: “Y perseveraban todos en oír las enseñanzas de los apóstoles, en la convivencia, en la fracción del pan, y en la oración” (Hech. 2,42). La fraternidad es el amor recíproco, la tendencia que conduce al hombre a hacer para los demás lo que él quisiera que sus semejantes hicieran para él
- Confianza y Libertad: “Cristo nos liberó para que fuéramos realmente libres”. Manténganse firmes, y no dejen que los opriman de nuevo con el yugo de la esclavitud” (Gál 5,1). Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas.
- Solidaridad y Justicia: “Busquen primero el Reino de Dios y su justicia y lo demás vendrá por añadidura” (Mt. 6,33). Es hacer realidad las palabras de Cristo: “los ciegos ven, los sordos oyen, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y a los pobres se les anuncia la Buena Nueva del Reino” La idea de que en el cielo hay una mayor igualdad de clases es lo que, en el fondo, lo hace tan agradable a los ojos de los pobres.
- Coraje y Grandeza: “Permanezcan firmes en un mismo espíritu y luchen con coraje por la fe del Evangelio... sin dejarse intimidar por los adversarios” (Filip. 1,27-28). La grandeza y el amor son como los perfumes; los que los llevan apenas los sienten. La verdadera grandeza consiste en hacer que todos se sientan grandes, y los pequeños hacen oír su voz a través de Radio María.
- Una ocasión magnífica para valorar lo espiritual: “Es buena la oración, con ayuno, limosna y justicia” (Tob. 12,8). “La oración del humilde traspasa las nubes” (Eclo. 35,21). “La súplica ferviente del justo tiene mucho poder” (Sant. 5,16). La felicidad no está en el consumo ni en lo material. La felicidad es fruto del amor, la fe, la justicia y la paz del corazón.
- La Grandeza del Corazón: “Respondió el Señor a Samuel: No mires a su buena presencia, ni a su grande estatura; porque no es ése el que he escogido; y yo no juzgo por lo que aparece a la vista. Pues el hombre mira las apariencias; mas el Señor ve en el fondo del corazón” (1 Sam. 16,7). La grandeza no se encuentra en las posesiones, en la posición social o en el prestigio. Se descubre en calidad, humildad, servicio, y carácter. Hombres de pequeña talla proyectaron sombras gigantescas. Si he visto más lejos ha sido porque he subido a hombros de gigantes.
Cuando se ha encontrado a Cristo en la Palabra de Dios y se lo descubre como Palabra Creadora y Palabra Redentora se está seguro de que “con todos los que celebran, viven y se unen a la Mariatón como un compromiso con el nuevo nacimiento de la humanidad, y con todos los que sin conocer a Cristo trabajan por la liberación de sus hermanos, nosotros construimos y esperamos el futuro del hombre, seguros de que la última palabra de la historia no pertenece a la muerte sino a la vida”. La última palabra en el hoy y el aquí de nuestra historia la tienen el Señor y su Madre Buena.
A todos quienes conforman la Gran Familia de Radio María: Directivos, voluntarios, conductores, productores, difusores, benefactores, a todo el Pueblo de Dios, bendiciones abundantes.
Herman@ en esta Mariatón, “No le digas a Dios que tan grande son tus problemas, dile a tus problemas cuán grande es Dios”
P. Marco Bayas O. CM
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