(1 Crónicas 16,34)
La
gracia de Nuestro Señor Jesucristo, sea siempre con nosotros.
Amados
amigos, voluntarios, benefactores y colaboradores de Fundación Radio María.
En
ambiente de fiesta por la presencia de Radio María en Ecuador, 15 años junto a
ti, permítanme llegar con este mensaje de gratitud primero a Dios y a la Madre
Buena y luego a cada uno de ustedes.
Querido
Dios y amada Virgen María:
Los
arpegios de mi corazón les reverencian y elogian. Señor, Tú vistes al cielo de
azul, posees la hermosa creación y todo cuanto hay en la tierra te pertenece.
Tú eres el dueño de mi vida, mente, alma y espíritu. En cada pensamiento
habitas siempre, ¿Qué podría yo darte? ¿Qué podré obsequiarle al autor de mi
existencia? Siento que la gratitud no es suficiente, tú mereces todo y siento
que te doy nada…
Bendita
Madre del Cielo, dueña de esta obra de bendición; cuando Dios juntó todas las
aguas le dio el nombre de mar; pero cuando el mismo Dios reunió todas las
virtudes y bendiciones le dio el nombre de María.
Por
eso, quiero brindarles mi gratitud. Quiero alabarles por siempre, no importa
cuál sea mi situación. Deseo amar a mis hermanos de la misma forma que ustedes
lo hacen. Hacer el bien a todo el que pueda, porque ayudándolos a ellos, agrego
gozo a su corazón. Mis manos son suyas, hagan lo que quieran con ellas. Y que
mis pies caminen por la senda del bien, del amor, de la esperanza…
Les
entrego mis lágrimas, no de sufrimiento, sino de gratitud y esperanza. Mi fe
está puesta en ti, eres mi único y absoluto Salvador. La esencia y centro de mi
existencia, eres tú Amado Señor. Por más que yo quiera o intente expresarte,
nunca alcanzarán las palabras…
Gracias
por todo lo que hacen y dan por mí. Por bendecirme continuamente, por hacer que
mi pecho marque al ritmo de su corazón. Señor, Virgen Mará, son la puerta y
también la llave. ¡Mil gracias, por mirarme y ayudarme!
Queridos
amigos-voluntarios y artistas que llevaron adelante el octavo festival mariano:
Al
finalizar la Eucaristía de Acción de Gracias con motivo de los 15 años de
presencia de Radio María en Ecuador, destacaba en una breve reflexión, dos
aspectos que quisiera ahondar:
1.
“Sólo se ve bien con el corazón; lo esencial es invisible
para los ojos” (Antoine de Saint-Expupery;
El Principito)
2.
“La gratitud es la memoria del corazón” (Jean Baptiste Massieu)
Las
personas, acciones y proyectos trascendentes en nuestras vidas, no lo son por
su aspecto físico o lo que nos muestran a primera vista, sino, por la transformación
que nos producen.
A
muchos nos ha pasado que vemos por primera vez a alguien y lo juzgamos por su
aspecto físico o su vestido, pero al conocerlo descubrimos que es totalmente
diferente y mucho mejor a la que habíamos imaginado. Sus valores y forma de ser
lo podemos observar solamente con nuestro corazón …
Por
dar una metáfora o analogía: Un libro, puede tener una portada muy poco
atractiva, desgastada y mal cuidada, esto provoca rechazo para muchos lectores,
pero el libro puede ser maravilloso, contar una historia que te saque del mundo
real y te envuelva en su relato, para esto debes leer el libro, verlo con el
corazón, no con los ojos. Lo esencial del libro es su contenido, y este no
puede ser visto por los ojos, tiene que ser visto por el corazón.
Con razón afirma el pensador:
“Si quieres conocerte, observa la
conducta de los demás; si quieres conocer a los demás, mira en tu propio
corazón”
Hace 21 siglos, Pablo
escribía a la comunidad de Éfeso para decirle que rogaba a Dios con el fin de
que “El Padre de la gloria, os dé
espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo, ilumine los ojos de vuestro
corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza…” (Ef 1,17-18). Pablo
nos avisa, que para tener espíritu de sabiduría y poder reconocer en qué
consiste la esperanza, se deben iluminar los ojos del corazón.
No estoy haciendo poesía, la
piscología dice que la inteligencia no es sólo cerebral, sino también emocional
y la psicología transpersonal trata de los diversos estados de conciencia donde
lo físico y lo espiritual puedan unificarse.
Bien se puede recoger el
bello pensamiento: “Siembra un
pensamiento y cosecharás un acto, siembra un acto y cosecharás un hábito,
siembra un hábito y cosecharás una costumbre, siembra una costumbre y
cosecharás un destino”
En Radio María, día a día
escribimos la historia desde el Corazón de Dios, de María y de cada uno de
nosotros, hoy cosechamos lo que otros sembraron, pero nuestro deber nos dice
que debemos sembrar también.
Según el Evangelio, ¿hemos de
proclamar, nuestros ritos y preceptos? No, algo mucho más simple y humano: el
perdón. El resto de conocimientos religiosos vendrán a posteriori. Si
vivimos esta experiencia de vida y de amor, somos testigos de la resurrección.
El Evangelio no es un catecismo, es una experiencia humana que nos transciende
hacia el prójimo, para en él, encontrar la salvación.
Recuerdo la triada salud,
saludo y salvación. La salud es algo personal, que se relaciona con el
prójimo cuando le saludamos y se espiritualiza cuando se convierte en
salvación. Salvación y sanación están profundamente relacionadas que su
terminología es la misma. “¿Qué es más
fácil decir: “Tus pecados te son perdonados” (salvación) o decir “levántate y anda”? (sanación), (Lc 5,23).
Quien personalmente se
encuentra sano (salud) y se relaciona con el prójimo (saludo), revela el
Evangelio (salvación), siempre y cuando opte por perdonar a su prójimo como
Cristo nos sigue proponiendo hasta el fin de los tiempos. Por algo afirman los
pedagogos: “Educar a un joven no es
hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía”.
Radio María, como instrumento
de Dios, saca a la luz a los Hijos de Dios, los convierte y los compromete con
el Reino; eso es posible gracias a los voluntarios, colaboradores y
benefactores.
De alguna manera, en esta
obra hemos aprendido a “no abrir los
labios si no estamos seguros de que lo que vamos a decir es más hermoso que el
silencio”. Y se ha convertido en bendición saber que “lo maravilloso de aprender algo es que nadie puede arrebatárnoslo”.
Creo, sin lugar a dudas que
el milagro del voluntariado en Radio María, “sí hace visible lo invisible”,
por eso, gracias, a cada uno de ustedes.
“La gratitud es la memoria del corazón”. Muchas veces nos
dirigimos a Dios más para pedirle favores que para darle gracias, alabarlo y
adorarlo con amor y gozo por los inmensos favores que nos hizo, nos hace y nos
hará; y los favores más grandes sin que se los hayamos pedido: la vida, la
familia, la creación, la fe, la Biblia, la Eucaristía, la resurrección, la vida
eterna, Radio María…
De todos los sentimientos humanos la gratitud es el
más efímero. Hay algo de cierto en ello. El saber agradecer es un valor en el
que pocas veces se piensa. Decían nuestros abuelos "de gente bien nacida es ser agradecida".
Ser agradecido es más que saber pronunciar unas
palabras de forma mecánica, la gratitud es aquella actitud que nace del
corazón. La gratitud no significa "devolver el favor", el
agradecimiento no es pagar una deuda, es reconocer la generosidad ajena. Por
eso, ¡mil gracias! Voluntarios de esta obra.
Nuestro agradecimiento para todos ustedes surge de
un corazón grande. Un corazón como el de María que dice: “mi alma glorifica al Señor”, en ella recordamos que la persona que
más sirve es la que sabe ser más agradecida.
Necesitamos cultivar más y mejor la memoria del corazón
para con Dios. Esa gratitud amorosa por cuanto Dios es la fuente inagotable de
todo lo que somos, tenemos, amamos, gozamos y esperamos.
La gratitud hecha vida, nos da paz, alegría, mérito y
salvación, admiración, esperanza, para construir así, con Dios, la vida feliz
que Él quiere para todos en el tiempo y en la eternidad. La gratitud a Dios es
garantía de que lo amamos de verdad, con ese amor que “cubre multitud de
pecados”.
Una
madre preguntó a su hijo: "¿cuál es la palabra mágica?" y el pequeño de dos años
respondió: "gracias". Pero, mostrar agradecimiento va mucho más allá
de decir esa palabra mágica. La gente que dice gracias muestra que es generosa,
humilde e inteligente. Y los que dan las gracias, lo hacen de distintas formas.
Si hacemos algo y no
recibimos el “gracias”, es bueno recordar que “más vale actuar exponiéndose a arrepentirse de ello, que arrepentirse
de no haber hecho nada”.
Termino, agradeciendo a mis
ángeles y amigos, a aquellos que con generosidad se dan en todo su ser para que
el manto de María cubra al Ecuador:
UN
ÁNGEL Y UN AMIGO
Un ángel no nos escoge, Dios nos lo asigna.
Un amigo nos toma de la mano y nos acerca a Dios.
Un ángel tiene la obligación de cuidarnos.
Un amigo nos cuida por amor.
Un ángel te ayuda evitando que tengas problemas.
Un amigo te ayuda a resolverlos.
Un ángel te ve sufrir, sin poderte abrazar.
Un amigo te abraza, porque no quiere verte sufrir.
Un ángel te ve sonreír y observa tus alegrías.
Un amigo te hace sonreír y te hace parte de sus alegrías.
Un ángel sabe cuando necesitas que alguien te escuche.
Un amigo te escucha, sin decirle que lo necesitas.
Un ángel, en realidad es parte de tus sueños.
Un amigo, comparte y lucha por que tus sueños,
sean una realidad.
Un ángel siempre está contigo ahí, sabe extrañarnos.
Un amigo, cuando no está contigo, no sólo te extraña,
también piensa en ti.
Un ángel vela tu sueño.
Un amigo sueña contigo.
Un ángel aplaude tus triunfos.
Un amigo te ayuda para que triunfes.
Un ángel se preocupa cuando estás mal.
Un amigo se desvive porque estés bien.
Un ángel recibe una oración tuya.
Un amigo hace una oración por ti.
Un ángel te ayuda a sobrevivir.
Un amigo vive por ti.
Para un ángel, eres una hermosa misión que cumplir.
Para un amigo, eres un tesoro que defender.
Un ángel, es algo celestial.
Un amigo es la oportunidad de conocer lo más
hermoso que hay en la vida, "el amor y la amistad".
Un ángel quiere ser tu amigo.
Un amigo, sin proponérselo, también es tu Ángel.
Un ángel no nos escoge, Dios nos lo asigna.
Un amigo nos toma de la mano y nos acerca a Dios.
Un ángel tiene la obligación de cuidarnos.
Un amigo nos cuida por amor.
Un ángel te ayuda evitando que tengas problemas.
Un amigo te ayuda a resolverlos.
Un ángel te ve sufrir, sin poderte abrazar.
Un amigo te abraza, porque no quiere verte sufrir.
Un ángel te ve sonreír y observa tus alegrías.
Un amigo te hace sonreír y te hace parte de sus alegrías.
Un ángel sabe cuando necesitas que alguien te escuche.
Un amigo te escucha, sin decirle que lo necesitas.
Un ángel, en realidad es parte de tus sueños.
Un amigo, comparte y lucha por que tus sueños,
sean una realidad.
Un ángel siempre está contigo ahí, sabe extrañarnos.
Un amigo, cuando no está contigo, no sólo te extraña,
también piensa en ti.
Un ángel vela tu sueño.
Un amigo sueña contigo.
Un ángel aplaude tus triunfos.
Un amigo te ayuda para que triunfes.
Un ángel se preocupa cuando estás mal.
Un amigo se desvive porque estés bien.
Un ángel recibe una oración tuya.
Un amigo hace una oración por ti.
Un ángel te ayuda a sobrevivir.
Un amigo vive por ti.
Para un ángel, eres una hermosa misión que cumplir.
Para un amigo, eres un tesoro que defender.
Un ángel, es algo celestial.
Un amigo es la oportunidad de conocer lo más
hermoso que hay en la vida, "el amor y la amistad".
Un ángel quiere ser tu amigo.
Un amigo, sin proponérselo, también es tu Ángel.
En
espíritu de gratitud, a nombre de Fundación Radio María.
P.
Marco Bayas O. CM
Dios lo bendiga Padre y le siga otorgando esa gran sabiduria que tiene para llegar a lo profundo de los corazones con su palabra y la manera que tiene para compartir la hermosa Palabra de Dios
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