viernes, 25 de mayo de 2012

¡EL AMOR Y LA GRATITUD! SON LAS ALAS QUE DIOS HA DADO AL ALMA PARA QUE PUEDA SUBIR HASTA ÉL


“Demos gracias al Señor, porque Él es bueno; 
su gran amor perdura para siempre”
(Salmo 107)
Padre de Bondad, humildemente elevo esta plegaria por las bendiciones concedidas en la Mariatón 2012.

Gracias por el personal administrativo, por el de programación y difusión; gracias por los voluntarios, conductores, benefactores, colaboradores, hormiguitas y personas de buena voluntad que se pusieron la “Camiseta de María” para hacer realidad este sueño que de a poco se hace realidad, “Que el manto de María cubra a todo el Ecuador”.

Gracias, Señor, por la vida y la salud, por la familia de Radio María, por esta nueva oportunidad para hacer realidad la construcción de tu Reino, para dar y recibir amor; sobre todo, para dar y compartir, porque Tú Señor “amas a quien da con alegría”.
Gracias por cuidar de esta tu familia, porque todos los días velas por nosotros, nos llevas y nos traes; porque nos guardas como un Padre Amoroso y Providente. Tú obras siempre en bien de nuestras vidas, aún en medio de las dificultades.

Gracias por suscitar, tanta gente de buena voluntad que escucha como Isaías la pregunta que viene de Ti: “¿A quién enviaré, quién irá por mi?”  y siempre dispuesta a decir: “Aquí estoy, Señor, ¡envíame a mi!” aunque conoces mis limitaciones.

Gracias por bendecir nuestra historia. Historia de logros y alegrías, de luchas y tropiezos, de risas y lágrimas. Historia con luces y sombras. Ayúdanos, Señor, a seguir sanando, por medio de las ondas radiales; a seguir cumpliendo con tu mandato: “Hagan que todos sean mis discípulos…” Que tu presencia nos acompañe en cada respiro y cada latido del corazón.

Gracias por nuestro presente, gracias por esta bendición llamada Mariatón.  Ayúdanos, Señor, a seguir creciendo en Tu fe, a tomar lo que nutre y edifica y descartar lo que aparte de la felicidad que nos prometes.

Gracias por hacernos ver que todo tiene su tiempo, y que, haciéndolo todo en espíritu de fe, esperanza, caridad y profunda oración nos das la oportunidad de reconfirmar que todo es posible, al ir viendo y agradeciendo los frutos de Tu amor.

Gracias por fortalecernos en los cansancios y fatigas, por ayudarnos a seguir adelante  con alegría.

Gracias por perdonarnos, porque por medio de Radio María nos animas a perseverar en la fe, nos ayudas a ver nuestras fallas y nos corriges con amor; porque sentimos Tu presencia en momentos de duda y confusión; gracias por traer a nuestras vidas el mensaje de esperanza y salvación.

Gracias por darnos los dones de la empatía, la solidaridad y comprensión; porque por medio de tantas personas de esta obra nos llenas de amor y de esperanza y nos dices que otro mundo sí es posible.

Gracias, Señor, por tu inmenso amor. Gracias por darnos a María. Gracias por Radio María. Te pido, Señor, enséñanos a amar como Tú, a darnos como Tú, a entregarnos como Tú, a perdonar como Tú, a sentir como Tú, a dar la vida como Tú.  Llénenos de Ti para que al llevar tu palabra de vida, podamos hacer de cada uno lo que Tú soñaste al crearnos.

Recuerdo las palabras de un filósofo: “Mientras el río corra, los montes hagan sombra y en el cielo haya estrellas, debe durar la memoria del beneficio recibido en la mente del hombre agradecido”.

Señor, síguenos bendiciendo y acompañando en la obra encomendada.
María, Madre de Dios y Madre nuestra, tuyos somos y tuyas son nuestras obras.

Termino invitándoles a orar.
ORACIÓN:
María, Madre del «sí», tú escuchaste a Jesús
y conoces el timbre de su voz y el latido de su corazón.
Estrella de la mañana, háblanos de él por medio de tu Radio
y descríbenos tu camino para seguirlo por la senda de la fe.
María, que en Nazaret habitaste con Jesús,
imprime en nuestra vida tus sentimientos,
tu docilidad, tu silencio que escucha y hace florecer la Palabra 
en opciones de auténtica libertad.
María, háblanos de Jesús, para que el frescor de nuestra fe 
brille en nuestros ojos
y caliente el corazón de aquellos con quienes nos encontremos,
como tú hiciste al visitar a Isabel, 
que en su vejez se alegró contigo por el don de la vida.
María, Virgen del Magníficat,
ayúdanos por medio de tu Radio a llevar la alegría al mundo
y, como en Caná, impulsa a todos los voluntarios, colaboradores 
y comprometidos en el servicio a los hermanos
a hacer sólo lo que Jesús les diga.
María, dirige tu mirada al ágora de los jóvenes y de las familias
para que sea el terreno fecundo de la Iglesia.
Ora para que Jesús, muerto y resucitado,
renazca en nosotros
y nos transforme en una noche llena de luz,
llena de Él.
María, Madre y Dueña de Radio María, Puerta del cielo,
ayúdanos a elevar nuestra mirada a las alturas.
Queremos ver a Jesús, hablar con él
y anunciar a todos su amor por medio de las ondas radiales 
y de todos los medios tecnológicos que hoy nos concedes.
AMÉN.

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